El maestro de Dios no renuncia al juicio con sacrificio, simplemente reconoce que nunca tuvo la capacidad de juzgar realmente. Los juicios que creemos emitir son conclusiones equivocadas, que refuerzan la separación y la culpa. Al soltar esto nos volvemos más honestos con nosotros mismos, permitiendo que el único juicio real fluya a través de nosotros. Esto no es un sacrificio, sino una liberación que nos lleva a percibir la verdad: no hay pecado, solo unidad y paz.
Es necesario que el maestro de Dios se dé cuenta, no de que no debe juzgar, sino de que no puede. 2 Al renunciar a los juicios, renuncia simplemente a lo que nunca tuvo. 3 Renuncia a una ilusión; o mejor dicho, tiene la ilusión de renunciar a algo. 4 En realidad, simplemente se ha vuelto más honesto. 5 Al reconocer que nunca le fue posible juzgar, deja de intentarlo. 6 Esto no es un sacrificio. 7 Por el contrario, se pone en una posición en la que el juicio puede tener lugar a través de él en vez de ser emitido por él. 8 Y este juicio no es ni “bueno” ni “malo”. 9 Es el único juicio que existe y es sólo uno: “El Hijo de Dios es inocente y el pecado no existe”. UCDM, MM.10.2
Cuando crees que lo sabes todo
A menudo creemos saberlo todo como para emitir un juicio, pero nos equivocamos más veces de las que quisiéramos admitir. Según enseña UCDM, nuestros juicios se basan en percepciones limitadas, mientras que la verdad va más allá de lo que creemos saber. Renunciar al juicio nos libera del peso de pretender llevar siempre la razón y nos abre a la paz.
¿Recuerdas cuántas veces pensaste que estabas al tanto de todos los “hechos” que necesitabas para juzgar algo y cuán equivocado estabas? 2 ¿Quién no ha tenido esta experiencia? 3 ¿Tienes idea de cuántas veces pensaste que tenías razón, sin jamás darte cuenta de que estabas equivocado? 4 ¿Por qué habrías de querer usar una base tan arbitraria sobre la que tomar tus decisiones? 5 Formar juicios no es muestra de sabiduría; la renuncia a todo juicio lo es. 6 Forma, pues, un solo juicio más: 7 hay Alguien a tu lado Cuyo juicio es perfecto. 8 Él conoce todos los hechos, pasados, presentes y por venir. 9 Conoce los efectos que Sus juicios han de tener sobre todas las personas y sobre todas las cosas que de alguna manera estén involucradas. 10 Y Él es absolutamente justo con todos, pues en Su percepción no hay distorsiones.
