Incluso los momentos difíciles tienen un propósito en nuestra vida. Como en las grandes historias, cada desafío nos invita a crecer, a perfeccionarnos y a descubrir una salida que tal vez no habríamos imaginado. Estas experiencias no son castigos, sino oportunidades para aprender y recordar quiénes somos realmente. La gratitud no solo es para lo que consideramos bueno, sino también para aquello que nos impulsa a avanzar y a transformar nuestra percepción del mundo.
Todas las cosas son lecciones que Dios quiere que yo aprenda.
UCDM. L.193
Aceptar las dificultades
Este vídeo nos invita a cambiar nuestra perspectiva sobre los momentos difíciles. Así como en sucede en las buenas películas, los retos son los que transforman al personaje y lo hacen evolucionar. En nuestra vida, estos desafíos nos ofrecen una gran oportunidad: crecer, aprender y buscar una salida desde un nivel superior de conciencia. La gratitud, incluso por las dificultades, es la llave que nos abre a una nueva percepción. Cada situación difícil es, en realidad, una oportunidad disfrazada.
Dios no ve contradicciones. Sin embargo, Su Hijo cree verlas. Por eso tiene necesidad de Alguien que pueda corregir su defectuosa manera de ver y ofrecerle una visión que lo conduzca de nuevo al lugar donde la percepción cesa. L.193.2:1-3
