Cuando oras no deberías pedir desde la carencia ni desde la separación. Orar es un decreto. No hay intermediarios ni obstáculos. Todo lo que decretas ya está ejecutado. Orar pidiendo desde la escasez, es decretar que eres escaso. Orar desde la “injusticia” de la enfermedad decreta que puedes estar enfermo. Reconocer este poder es un recordatorio de que no necesitas suplicar, sino decretar.
Piensas con la Mente de Dios. Por lo tanto, compartes tus pensamientos con Él, de la misma forma en que Él comparte los Suyos contigo. Son los mismos pensamientos porque los piensa la misma Mente. (L.45.2:1-3)
Decretos
Cuando decretas, estás reconociendo que no hay separación entre tú y la Fuente. No suplicas, no esperas con incertidumbre… afirmas con certeza. Un Curso de Milagros nos enseña que nuestros pensamientos alineados con Dios son poderosos y no pueden fallar. Cuando decretas desde tu verdadero Ser, el decreto se ejecuta porque nace de la Verdad. La pregunta no es si se cumplirá, sino si estás dispuesto a reconocer tu poder y aceptar el milagro.
«La oración es el vehículo de los milagros. Es el medio de comunicación entre lo creado y el Creador.» (T1.I.11:2-3)

Buenos días, reconozco que al pedir desde la separación bloqueo al no estar conectada a mi fuente, cuando pido o decreto desde la Unidad siemprese me ha concedido al estar conectada a mi fuente. Gracias, es verdad no me había dado cuenta.
Por eso es necesaria una purificación para acceder a los milagros. Si uno da por sentado que tiene tantas carencias no se abre a la posibilidad de corrección.