Una vez que has visto el truco, el engaño de los pensamientos negativos y perversos que te mantenían atrapado, ya no puedes dejar de verlo. La oscuridad ya no tiene poder sobre ti, porque ahora estás en la luz que eres. Al reconocer que el poder de hacerte daño (que parecía escapar de tus manos) es solo una ilusión, te liberas de la prisión que tú mismo construiste. Ya no hay vuelta atrás, has despertado a una realidad donde eres consciente de tu verdadero ser, y con esa conciencia, nada ni nadie puede oscurecer tu camino.
7 Nada que un Hijo de Dios haya hecho carece de poder. 8 Es esencial que te des cuenta de esto, pues de lo contrario no podrás escapar de la prisión que tú mismo has construido.
UCDM.T.3.VII.1
Hacemos demasiado caso a nuestros pensamientos, escudriñando hasta el infinito en su posible significado. Ciertamente no hay pensamiento alguno que no haga eco del juicio que se haya pronunciado sobre uno mismo en algún nivel. Estos pensamientos dementes surgen de la creencia en la separación, pero no son tuyos, porque no reflejan la verdad de lo que eres. No te defiendas contra ellos, pues lo irreal no puede atacarte. Simplemente obsérvalos y deja que se disuelvan en la luz de la verdad.
«Es esencial recordar que no reconoces lo que es doloroso cuando lo eliges. Lo que eliges entonces no es el amor. Por lo tanto, eliges inconscientemente lo que no quieres y decides que eso es real. Si bien lo que eliges no es verdad para ti, eso no significa que no creas en ello. Este mundo está lleno de creencias dementes y de ideas tortuosas que están investidas de miedo, y la idea de que puedes abandonar el amor es una de ellas.»
UCDM.T.10.I.2